Los viernes por la noche, cada 15 días mientras la ciudad se oscurece y las personas salen de sus trabajos para hacer vida social, el Albergue San Juan de Dios prepara su cocina y voluntarios para atender una necesidad que pocos ven.
Los habitantes de calle, un grupo de personas olvidadas y marginadas por la sociedad, que esperan por un alma piadosa que les sacie el hambre y el frío de la noche, allí interviene nuestro programa que, con más de 150 raciones de comida y cobijas, recorre la ciudad, ofreciendo más que un alimento y abrigo, la esperanza y convicción de que no han sido olvidados.